lunes, 13 de octubre de 2008

MUERTE EN TINTAY PUNCO

Negligencia de patrulla militar habría facilitado emboscada narcoterrorista
Soldados asistieron a ceremonia civil sin tomar medidas ante posible emboscada. El atentado deja 15 muertos y 16 heridos, 3 de ellos están muy graves
Por Raúl Mayo Filio / Norka Peralta Liñán / Ricardo León
Horas antes de la sangrienta emboscada en el distrito de Tintay Punco, que la tarde del último jueves dejó dos civiles y trece militares muertos, los soldados de la base contraterrorista de Cochabamba Grande, perteneciente al Comando Especial del Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), fueron captados en fotografías que los muestran solemnes y marciales ante la bandera nacional erigida en la plaza distrital.
Habían sido invitados por la alcaldesa Nelfa Común Gavilán (Movimiento Independiente Trabajando Para Todos) a ser parte de una ceremonia protocolar por el aniversario de Tintay Punco. Dicha autoridad había alquilado un camión que puso a disposición de los jóvenes militares que viajaron a la zona con el permiso del general EP Luis Flores, jefe de la base contraterrorista de Cochabamba Grande de la Segunda Brigada de Infantería.
Tras la ceremonia, los soldados retornaron a su base junto con un número indeterminado de civiles, pobladores de zonas aledañas. El grupo iba en dos camiones. El final llegaría en un tramo de la vía a Cochabamba Grande conocida como Curva Sajona.
Ante el paso del vehículo que llevaba a los civiles, una bomba fue activada electrónicamente. El camión de los militares volcó entonces a un abismo de 40 metros. Un grupo de 60 personas, 20 de ellas armadas, vigilaba la escena.
Los caídos fueron ultimados con armas de largo alcance. Los soldados que sobrevivieron respondieron el ataque. Se produjo un enfrentamiento de varias horas.
Como resultado de la cobarde emboscada, murieron dos civiles y trece militares. Asimismo resultaron heridos dos pobladores, uno de ellos un niño de 5 años, y 14 soldados, tres de los cuales están graves.
Los heridos fueron llevados a Satipo (Junín) y al Hospital Militar de Lima, mientras que las víctimas mortales aún permanecen en Curva Sajona a la espera de la llegada del fiscal que debe ordenar el levantamiento de los cadáveres.
UN ACTO DE VENGANZAAutoridades militares acantonadas en el VRAE, que prefirieron no ser identificadas, comentaron que el ataque habría sido planificado y supervisado por el mismo 'Alipio', uno de los cabecillas de los narcoterroristas que operan en el VRAE, como una respuesta a las acciones que realizan las fuerzas del orden en Vizcatán.
"Esta acción fue producida por quienes huyeron del Vizcatán, por las acciones de nuestras Fuerzas Armadas", comentó ayer por la tarde el renunciante ministro de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, quien también barajó la posibilidad de que el atentado hubiese sido en venganza porque meses atrás la base de Cochabamba Grande incautó 82 bidones de insumos químicos que se usan para producir droga.
Una autoridad militar del VRAE considera que el ataque fue facilitado por la negligencia del general EP Luis Flores, quien autorizó el desplazamiento de sus soldados sin tomar precauciones.
Según nuestra fuente, hay una orden que señala que "si estamos en guerra en el VRAE el resto de bases contraterroristas se mantiene alerta". A decir del jefe militar, los soldados muertos y heridos nunca debieron viajar a Tintay Punco.
Otra fuente del Ministerio de Defensa comentó que hay reportes preliminares acerca de la participación de varios pobladores de la zona que simpatizan con los narcoterroristas.
"Son la fuerza base de los narcoterroristas. Ellos les dotan de información y les proveen de la logística que necesitan para desplazarse en la zona. Sabemos que unas 40 personas participaron en la emboscada de Tayacaja, sin usar armas de fuego, pero sí fueron parte de la planificación del ataque", comentó .
También refirió que los atacantes armados son parte de los narcoterroristas que han huido de la zona de Vizcatán por el río Mantaro hacia localidades de influencia del VRAE, como Tayacaja.
Según Jaime Antezana, especialista en temas de narcotráfico y terrorismo, los narcoterroristas de Tayacaja tienen varias ventajas respecto a los hombres de las Fuerzas Armadas.
"Conocen Tayacaja a la perfección porque se mantienen allí desde 1999. Se han mimetizado con la población porque les compran provisiones. Algunos pobladores realizan acciones de contrainteligencia que les permiten conocer los movimientos de las Fuerzas Armadas", aseveró Antezana.
Una patrulla partió ayer de Huancayo a recoger a los caídos del ataque, considerado el más feroz de los últimos nueve años contra las Fuerzas Armadas.
"Esta guerra estaba anunciada"En tono enérgico, Federico Salas Guevara Shultz, presidente de la región Huancavelica, dijo ayer que la emboscada en el distrito de Tintay Punco, provincia de Tayacaja, era una acción anunciada que ya había sido advertida al Gobierno. "Esta guerra estaba anunciada, y nadie nos escuchó", señaló la autoridad regional.
"En Tayacaja se han producido ataques en octubre y diciembre del año pasado, así como en abril y marzo de este año. Por ello, junto a seis alcaldes distritales de la provincia de Tayacaja solicitamos desde el 2007 la instalación de bases militares en la zona y programas de desarrollo que eviten que los jóvenes sean reclutados como transportadores de droga. Se lo pedimos a las autoridades del Ejército en Huancavelica, quienes se comprometieron a hacer llegar nuestras demandas al Gobierno Central, pero no se produjeron resultados", refirió Salas Guevara.
"Hace tres meses nos reunimos con el (renunciante) ministro de Defensa, Ántero Flores-Araóz, y el jefe del Comando Conjunto, a quienes les reiteramos nuestros pedidos, pero tampoco conseguimos resultados. Por ello, creo que los hechos que se vienen produciendo en Tayacaja son producto de la negligencia del Gobierno que no nos escuchó", señaló el presidente regional huancavelicano.
Dicha información fue confirmada anoche por Flores-Aráoz

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