jueves, 13 de noviembre de 2008

LOS CATOLICOS Y SU IGLESIA 2

Si ponemos en relación la autodefinición religiosa con la asistencia a misa, tenemos el siguiente resultado


Como se puede apreciar en la tabla, la relación entre considerarse muy religioso o poco religioso y la frecuencia de asistir a misa es directa y estadísticamente significativa. (La correlación Gamma es de 0.423, con un nivel de significancia de .000). Es decir, podemos decir con confianza que la asistencia a misa es un criterio importante para que la gente se autodefina como muy religiosa o poco religiosa.
Siguiendo otros caminos para vivir la fe
¿Cómo se vinculan con la Iglesia y la comunidad eclesial los muy religiosos que no asisten a misa todos los domingos, o los que se consideran algo o poco religiosos porque su asistencia a misa es esporádica?
Preguntamos de esta manera: Las personas practican su religión de diversas formas. ¿Con cuál de las siguientes se siente usted más cercano o más a gusto? Luego se repreguntó ¿Y con cuál de las siguientes? Y la tercera pregunta repitió la misma fórmula: ¿Y de las siguientes? Cada una de las tres preguntas presentaba una lista de tres respuestas de las cuales debían escoger una. Como podemos ver en las respuestas posibles, éstas consisten en prácticas que ponen el acento en una actividad parroquial, en una actividad comunitaria, o en una actividad tradicional vinculada a la religiosidad popular.


La práctica elegida por el mayor número de entrevistados es la de ser voluntario o apoyar en obras de ayuda social, que es elegida por el 59.2%. La sigue ir a las misas dominicales, elegida por 46.7%, leer la Biblia en comunidad o grupos pequeños (33.6%), y asistir a una procesión religiosa (31.6%). Recibir la Comunión está cercana a este grupo con alrededor de un tercio (29.7%) de personas, que se siente más cercano a este tipo de prácticas que a las otras. Las menos elegidas han sido rezar el rosario o participar en grupos de oración (con 22.1%), participar en fiestas patronales, y pasar el cargo en un una fiesta patronal.
La hipótesis que planteamos es que podemos distinguir tres tipos de prácticas en los católicos de a pie: (1) las prácticas más cultuales, que hemos definido como asistir a la misa dominical, recibir la comunión y rezar el rosario, que son prácticas generalmente convocadas por las parroquias; (2) las prácticas populares, donde están las preguntas de asistir a procesiones, pasar el cargo o asistir a la fiesta patronal; y (3) las prácticas comprometidas, donde hemos incluido el trabajo en comunidad para resolver problemas, leer la Biblia en grupos, el voluntariado y apoyo a obras sociales. No son excluyentes entre sí, y de hecho las cultuales y las comprometidas se combinan muy bien.
Para ver si efectivamente la gente se agrupa por su preferencia a estos tres tipos de prácticas, hemos hecho un análisis factorial. Se encuentra una asociación significativa entre los que prefieren el trabajo en comunidad para resolver problemas, el voluntariado y apoyo a obras sociales y leer la Biblia. Un segundo grupo estaría formado por los que prefieren ir a misa, recibir la comunión y rezar el rosario. Y el tercero, por los que prefieren asistir a fiestas patronales y a procesiones. Pasar el cargo en una fiesta patronal no está fuertemente asociado a ninguno de los tres tipos, y la religiosidad que llamo tradicional se relaciona inversamente con los que prefieren la lectura de la Biblia. Tendríamos que indagar más por qué.
Pertenencia a la Iglesia y posibilidades de ser escuchados
La muestra que se seleccionó está compuesta por 1,772 católicos, a quienes se hicieron las preguntas que estamos comentando, de los cuales 845 son hombres y 928 son mujeres. 651 tienen entre 18 y 29 años; 672, entre 30 y 44; y 450 tienen entre 45 y 70 años. Según el nivel socioeconómico, éste da lugar a cinco estratos tomando en cuenta cinco criterios
[1] con los que se construye una escala. En la muestra obtenida, 190 pertenecen a los estratos A y B; 573, al estrato C; y 1,010 pertenecen a los estratos D y E. Estas características personales, el sexo, la edad, y el estrato socioeconómico en el que están ubicados pueden marcar algunas diferencias de opinión; por esto, las respuestas se han cotejado con dichas características, y en el análisis que sigue se mencionarán las diferencias por sexo, grupo de edad o estrato socioeconómico cuando se las haya encontrado.
Pasando a otro grupo de preguntas, nos parecía interesante buscar la opinión de los creyentes sobre cómo se sienten en la Iglesia. Se habla mucho del clericalismo y del anticlericalismo, como actitudes de los laicos hacia los sacerdotes y la jerarquía de la Iglesia.
Preguntamos si estaban de acuerdo con las siguientes afirmaciones:



Respecto a la primera pregunta, la mayoría siente que en la Iglesia se puede compartir con los demás lo que le sucede en la vida diaria; así como, respecto a la siguiente pregunta, la mayoría siente que hay empatía con los sacerdotes, quienes pueden comprender los problemas que tienen. En estas respuestas el análisis muestra que no hay diferencias entre hombres y mujeres, ni por grupos de edad ni por nivel socioeconómico. Respecto a la tercera, un poco más de la mitad percibe que un creyente común no puede influir en la Iglesia. Respuestas parecidas se obtienen en las encuestas sobre la democracia, cuando se pregunta al entrevistado si cree que su voto hará alguna diferencia; o cuando se pregunta a un ciudadano si cree que puede influir en la política. En esta respuesta sólo hay una pequeña diferencia: el porcentaje que responde que sí puede influir es mayor en los niveles socioeconómicos A/B que en los niveles D/E: para los pobres sería un poco más difícil influir que para los demás. Respecto a la cuarta pregunta, podíamos esperar un mayor porcentaje de los que se sienten tratados como niños; pero esta respuesta indica que, si bien el 26% se siente tratado infantilmente, casi todos se sienten considerados como adultos. En esta pregunta no hay diferencias por sexo, edad o clase social en la manera de responder. Respecto a la pregunta sobre la misa como única manera de participación, es importante notar que menos de la mitad responde que sí. Es decir, más de la mitad piensa que hay otras maneras de participar en la Iglesia, y encontramos diferencias por edad y por clase. Los mayores y los de estratos D/E están de acuerdo en mayor proporción en que la misa es la única manera de participación.

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